sábado, 3 de mayo de 2014

“Si Olano es magico, Cicciolina es virgen" - Giro D'Italia 1996

El Giro de 1996 se iba a decidir en las ultimas jornadas, en un apasionante duelo en la alta montaña entre Abraham Olano y el ruso Pavel Tonkov

Si, como habéis leído. Esa frase que titula esta entrada aparecía pintada en una de las múltiples pancartas que los tifossi italianos tenían en sus manos en las últimas rampas de la ascensión al gigantesco Pordoi en la jornada a la que nos referimos.

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Estamos en el Giro de Italia de 1996, que ese año había comenzado en Grecia con tres tediosas jornadas al sprint y que dejaba lo mejor para las etapas finales. La etapa que hacia la numero veinte, venía precedida de una contrarreloj ganada por el ruso Eugeni Berzin por tan solo 1 segundo de diferencia con el guipuzcoano Abraham Olano. La maglia rosa viajaba a la espalda de otro ruso en cuestión, Pavel Tonkov con una mínima diferencia de ventaja sobre Olano. La jornada era de las que hacen afición, con un doble paso por el Pordoi, donde estaba situada la línea de meta, el Passo Manghen y el temible Passo Fedaia o Marmolada como también se le conoce.


Poco antes de comenzar la subida a la Marmolada, varios hombres escaparon del control del grupo comandado en todo momento por la escuadra italiana del Panaria, el equipo del líder Tonkov. Entre estos escapados se encontraban algunos corredores del equipo de Abraham Olano, el conjunto Mapei. Esto hacía presagiar el buen estado del corredor vasco. Pero ya en plena ascensión y con una fuerza descomunal un italiano de Brescia, Enrico Zaina salía del grupo de los favoritos llevándose consigo al líder Tonkov, el único que pudo seguir la rueda del valiente italiano. Ni Berzin, que fue el primero en ceder, ni Gotti, ni Ugrumov pudieron con ese ritmo. Abraham Olano tampoco pasaba por un buen momento y perdía unos metros respecto al líder y a Zaina. Se podía hacer una previsión de sentencia del Giro por parte del ruso Pavel Tonkov. Pero ni siquiera el líder estaba cómodo con el ritmo de Zaina, que se fue por delante para firmar una magistral cabalgada. Por detrás después de una magnifica recuperación Olano contacta con los hombres de cabeza entre los que se encontraban además del líder Tonkov, Ugrumov e Iván Gotti, cerca ya de coronar el legendario Passo Fedaia.
Con unos rivales con mucha más habilidad en la escalada, Olano encara las primeras rampas del segundo paso por el Pordoi con gran tranquilidad y con un portentoso control de la situación. No solo eso, en parte de la subida el corredor guipuzcoano toma el mando del grupo y protagoniza algunos acelerones que apunto están de soltar al ruso Tonkov. Iván Gotti se marcha por delante y deja solos a Olano y Tonkov en su particular duelo por la preciada maglia rosa. Enrico Zaina culmina de forma sensacional su escapada y se hace con la victoria de etapa además de subir algunos puestos en la general que le supondrían ser segundo en la general final de Milán. En la línea de meta del Pordoi, Abraham Olano consigue a duras penas picarle unas centésimas al ruso. Después de la decisión de los jueces, el corredor de Anoeta se convertiría en el líder de la carrera después de protagonizar una espectacular etapa en un terreno totalmente hostil para él, un corpulento rodador.



Haciendo mención a la citada pancarta, Olano no solo fue mágico, fue algo más, para hacerse con el liderato de la carrera y dominar la carrera en la alta montaña ante adversarios más potentes en ese terreno. Al día siguiente camino de Aprica y con el violento Mortirolo de por medio la magia se esfumo y con ella la maglia rosa dejando a Olano tercero en la general final.

Escrito por:
@Sincadenablog

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