El
Giro de Italia de 2014 estaba siendo muy aburrido hasta que en la duodécima
etapa, una exigente contrarreloj individual de 41,9 kilómetros entre las
localidades de Barbaresco y Barolo, el colombiano Rigoberto Urán se disfrazó de
superhéroe y destrozó el crono y, a su vez, al resto de candidatos para la
victoria final.
En
Road & Mud sabemos que lo interesante de este Giro llega ahora, pero como
el ansia no nos deja esperar a que pasen los días y vayan sucediendo los
acontecimientos, nos hemos puesto a imaginar qué es lo que puede pasar en los
días que restan de competición y especialmente en la durísima última semana.
En
primer lugar veamos cómo se presenta la clasificación general tras la disputa
de la contrarreloj de Barolo:
#
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Corredor
|
Equipo
|
Tiempo
|
1
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Rigoberto URÁN
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OPQ
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49h 37´35”
|
2
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Cadel EVANS
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BMC
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37”
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3
|
Rafal MAJKA
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TCS
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1´52”
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4
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Domenico
POZZOVIVO
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ALM
|
2´32”
|
5
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Wilco KELDERMAN
|
BEL
|
2´50”
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6
|
Nairo QUINTANA
|
MOV
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3´29”
|
7
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Fabio ARU
|
AST
|
3´37”
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8
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Wouter POELS
|
OPQ
|
4´06”
|
9
|
Steve MORABITO
|
BMC
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4´20”
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10
|
Robert
KISERLOVSKI
|
TFR
|
4´41”
|
Tras
su portentosa actuación en la crono, Urán se ha convertido en el principal
favorito para llevarse el triunfo final en Trieste y, teóricamente, ha reducido
el abanico de candidatos a siete. Esa barrera lógica la marca el corredor de
Astana, Aru. Más allá del joven italiano se encuentra la lejana frontera de los
cuatro minutos.
En
Road & Mud barajamos las siguientes hipótesis para lo queda de Giro:
A)Urán,
el intratable: el corredor del Omega Pharma QuickStep se desata y afianza
su liderato en la prueba a base de demoledores ataques en los puertos finales
de etapa. Los románticos soñamos con fieros demarrajes del antioqueño a falta
de diez, ocho o siete kilómetros a meta. Ataques de los que dejan a los rivales
clavados sobre el sillín con la vista borrosa, echando el corazón por la boca y
los pulmones por las orejas. La versión conservadora de esta opción es que Urán
se agarre a las ruedas de Quintana y Pozzovivo o Majka y a falta de 3
kilómetros o bajo la pancarta del último kilómetro pegue el hachazo para ganar
entre diez y treinta segundos. Ambas variantes supondrán un paseo en la corsa
rosa para el colombiano del Omega. Esta hipótesis gana enteros gracias al buen
momento que parecen atravesar compañeros de equipo como Brambilla, Poels e
incluso (si se anima y le da por currar) el belga De Gendt.
B) Urán,
el petardazo: puede que el gran momento de Urán sea un espejismo, que la
tercera semana del Giro se le haga larga o que simplemente tenga un mal día. El
caso es que Urán termina reventando en las empinadas carreteras italianas como
si fuera una piñata, lo que hace posible que cualquiera pueda ganar la carrera.
C) Paradigma
Cadel Evans: los corredores, abrumados ante la dureza y la grandiosidad
salvaje de las montañas a escalar sufren una especie de síndrome Stendhal, lo
que les hace subir a rueda de aquel que se atreva a encabezar el grupo, cruzar
los dedos y rezar para aguantar lo más posible sin necesidad de atacar,
confiando más en la falta de fuerza de los rivales que en su capacidad propia
para romper la carrera. El máximo exponente de esta táctica es, como no, Cadel
Evans, que además cuenta con dos liebres para poner marcheta en el grupo de
favoritos: Samuel Sánchez y, sobre todo, Steve Morabito. Esta opción haría que
el Giro pasase de ser un gran espectáculo a un espectáculo lamentable. Crucemos
los dedos.
D) Quintana
y los asaltadores del Giro: qué bonito sería que de aquí al final de la
carrera los corredores se liasen la manta a la cabeza y comenzasen una orgía de
ataques, saltos sin mirar atrás, cambios de ritmo continuados... sería el Giro
de los dinamiteros, de los salteadores de caminos (más bien de rampas). El
abanderado de esta idílica y casi utópica hipótesis es Nairo Quintana, quien
pierde ¡3´29”! Obviamente a Nairo solo le queda la baza de ir al ataque. Se lo
puede permitir ya que es el mejor escalador de la presente edición del Giro
(con el permiso del ya retirado Joaquim Rodríguez). Su hándicap: no
parece haber llegado con el mejor punto de forma y la caída de la primera
semana tiene pinta de haberle mermado el rendimiento. A los ataques de Quintana
se pueden sumar gente como Pozzovivo o Rafal Majka, sin descartar para la pelea
a gente como Kelderman o Aru, lo que puede hacer que la ascensión a los puertos
finales sean una tortura para los ciclistas y un placer divino para los
espectadores.
E) Murieron
con las botas puestas: la teoría dice que cuando llevas mucho tiempo
perdido te la tienes que jugar de lejos. Con el recorrido de este Giro
jugártela de lejos supone jugártela muy de lejos ya que los finales de etapa no
encadenan dos puertos seguidos, eso sí, los puertos finales son durísimos.
Algún loco o desesperado podrá intentar ataques en puertos situados a cincuenta
o cuarenta kilómetros de meta. En esta situación pueden estar el ya mencionado
Aru, el croata Kiserlovski, Iván Basso, Ulissi o alguien que se está mostrando
bastante activo y que puede ser un gran socio para dinamitar la carrera, Pierre
Rolland. El éxito de esta opción radica en que, una vez que se produzca el
ataque, tres o cuatro corredores lo secunden y le den continuidad. Si esto,
además, lo hacen los corredores mejor situados en la general como Kelderman,
Pozzovivo o Majka, puede ocurrir que se haga una criba enorme y los líderes se
queden solos en un precioso mano a mano a mucha distancia de la línea de
llegada. Repito, hay que estar muy loco pero el ciclismo puede ser maravilloso.
Además, ¿a quién no le encanta la espontaneidad de los locos?
F) Qué
largo es esto... ¡sorpresa!: viendo la nómina de candidatos, uno se da
cuenta de que hay mucha juventud metida en los primeros puestos de la
clasificación, y ya sabemos que la juventud de los ciclistas incrementa
muchísimo la incertidumbre. Uno de los puntos a trabajar en los corredores más
jóvenes es la mejora del fondo. Si unimos la juventud de algunos y la dureza
del recorrido, no sería de extrañar que gente como Kelderman, Majka o Aru,
tuviera un mal día y perdiera una minutada que les apeara de la pelea por la maglia
rosa. Un día malo lo tiene cualquiera pero los jóvenes son más propensos a
ellos. Aunque quién sabe, igual petan todos, jóvenes o no, y el domingo 1 de
junio tenemos un ganador sorpresa del tipo Wouter Poels (no te rías, si Cunego
o Hesjedal han ganado un Giro cualquier cosa puede pasar).
La
verdad es que no podemos saber con certeza qué va a ocurrir en las próximas
etapas. Pase lo que pase, disfruta de lo que queda de Giro porque de una cosa
sí que estoy seguro: lo mejor está por llegar.
Una
última cosa: y tú, ¿qué crees que va a pasar en el Giro?
Escrito por:
@AbdonRV
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