Sin duda, la presente edición de la Volta
Catalunya, la cuarta ronda más antigua del mundo tras el Tour de Francia, la
Vuelta a Bélgica y el Giro de Italia, es la mejor de los últimos tiempos, y
probablemente, una de las mejores entre las 94 que se han disputado hasta la fecha.
Con un cartel de lujo, contando con los tres primeros clasificados de la última
edición del Tour de Francia: Chris Froome , Nairo Quintana y Joaquim “Purito”
Rodríguez y corredores de la talla de Alberto Contador, Ivan Basso, Alberto Betancur,
Dani Moreno, Rigoberto Uran, Chris Horner, Samuel Sánchez, Luis Leon Sánchez,
Dani Martin, etc…, el espectáculo está asegurado. Sólo falta Alejandro Valverde
y la baja de última hora de Sir Bradley Wiggins, que sólo él sabe por qué.
Esta edición me hace recordar muy
especialmente a La Volta de 1989, también una de las mejores de la historia.
Igual que en esta, también se presentaron casi todos los mejores de la época.
Miguel Indurain, que la había ganado un año antes, pero que aún no tenía ningún
Tour y no era el Extraterrestre que luego más tarde conocimos, Pedro Delgado,
Tony Rominger, Marino Lejarreta, Thierry Claveyrolat, Alvaro Pino, Laudelino Cubino, Erik Breukink,
Raúl Alcalá, José Luís Laguía, Anselmo Fuerte, etc…
La ronda catalana acaparó una gran
expectación. Eran tiempos donde se corría por sensaciones, ni pinganillos, ni pulsómetros,
ni cadencias, ni watios y todas esas cosas que hay hoy en día gracias (o por
desgracia) a la tecnología.
7 de septiembre de 1989, un día perfecto,
de sol y calor, mucha calor. Nos encontramos en la 6ª etapa y penúltima de la
ronda, una etapa de dos sectores, muy típico en aquella época, que decidirá a
bien seguro el ganador de esta edición. Por la mañana se disputó el primer
sector de 123 kms entre las localidades de Solsona y Barcelona donde venció el
corredor del equipo BH, Manuel Jorge Domínguez, al sprint. Y ya por la tarde el
plato fuerte, la Contrarreloj individual de 26 kms entre el Velòdrom d’Horta y
Cerdanyola del Vallès con el alto del Forat del Vent catalogado de tercera
categoría en su vertiente desde Horta, con una longitud total de 4’1 km, un
desnivel de 218 metros y una media de 5’3% hacían del puerto un hueso duro de
roer convirtiéndose en la clave de la Chrono.
La clasificación general justo antes de
la Contrarreloj estaba comandada por Marino Lejarreta, que militaba por entonces
en el Caja Rural, y que ya sabía lo que era ganar La Volta, al haberlo conseguirlo en el
año 1980. Le seguía a 3 segundos el gran Perico Delgado que había vuelto al
Reynolds-Banesto y un año antes había ganado el Tour, y el corredor del BH Alvaro
Pino a 24 segundos. Laudelino Cubino también del BH tampoco se le podía
descartar a 33 segundos. Entre ellos saldría el campeón de dicha edición de la
Volta Catalunya.
La contrarreloj resultó mucho más
emocionante de lo que se preveía en un principio. Justo al coronar todos los
corredores el puerto del Forat del Vent, Perico aventajaba en un segundo a
Marino Lejarreta. El corredor vasco era consciente de la ventaja que le sacaba
Perico, tenía que emplearse a fondo en el segundo tramo de la contrarreloj si
no quería dejar escapar la victoria en la ronda catalana.
Alvaro Pino cruzó la meta con el segundo
mejor tiempo de todos los participantes hasta el momento (37’41”), sólo superado
por el holandés del equipo Panasonic Erik Breukink (37’13”). Fue entonces
cuando el “junco de Bérriz”, como era apodado el corredor vasco, tuvo que
demostrar sus dotes de contrarrelojista en los últimos kilómetros e incluso
llegó a aumentar la ventaja que le sacaba Perico. Al llegar a la línea de meta,
Lejarreta fue tercero en la Chrono con un tiempo de 37’42”, aventajando en seis
segundos a Perico y Laudelino Cubino y, si mal no recuerdo, rompiendo todas las
quinielas que se habían hecho de la Chrono.
Sólo quedaba una etapa de trámite de 189
kilómetros entre Cerdanyola y Platja d’Aro. La 69 edición de La Volta Ciclista
a Catalunya ya tenía un nombre, Marino Lejarreta.
Pues sí, esta edición de hace ya 25 años
la recuerdo muy especialmente como ya he dicho con anterioridad, a parte de por
su cartel, también porque fue en mi localidad, Cerdanyola del Vallès.
Quedamos un grupo de amiguetes del pueblo
que nos encantaba salir en bici siempre que podíamos por Collserola, la sierra
que vigila todo el Barcelonés. Mochila con bocadillos, refrescos, agua, etc,
preparados para pasar todo el día allí. Así pues, nos conocíamos perfectamente
la Chrono de ese día y sabíamos exactamente en que punto ponernos para hacer
nuestras fotos. Nos colocamos en una curva de las denominadas tipo paella
situada a unos 500 metros de coronar el puerto. Esa misma curva que habíamos
pasado nosotros decenas de veces con la lengua fuera y levantados del sillín,
esa curva dónde siempre estaba el típico listillo (también me incluyo) que
pegaba el PALO de turno a la vez que gritaba... ¡¡¡Palo palo palo!!!, porque sabíamos
que era allí, en la curva, la curva más dura de toda la ascensión, dónde podías
escaparte y coronar en solitario la cima. El campeón, ese día eras el mejor.
Que ingenuos, fue pasar los primeros
corredores y ya nos dimos cuenta que estaban hechos de otra pasta. Visto y no
visto, así de rápido pasaron, y evidentemente con el plato metido. Unas
bestias. Creo que es una de las cosas que más me han impactado en mis inicios
como ciclista o cicloturista.
No era la primera gran vuelta que
presenciaba ya que también estuve presente en la salida que tuvo lugar en Sant
Quirze del Vallès en el año 1982 de la Vuelta Ciclista España, pero entonces
era un niño y no me pude dar cuenta de un dato que me llamó la atención. En la
edición de La Volta de 1989 ya no era tan niño, y me sorprendió la gran masa
social y logística que precedía todo aquel gran evento, desde los corredores,
patrocinadores, periodistas, medios de comunicación, coches de equipo, etc, etc…
hasta los voluntarios, mecánicos, seguridad y demás colaboradores que formaban
parte de todo aquel acontecimiento deportivo.
Es la magia de la caravana. Es la magia del ciclismo.
Escrito por:
He leído tu artículo y me he quedado sin palabras. Muy bueno, felicidades
ResponderEliminarTonino eres el mejor. Vaya pedazo de artículo, se me cae la baba contigo.
ResponderEliminarFelicidades amigo
Muy bueno me ha gustado mucho sobre todo la mención q haces a la crono de cerdanyola pues yo también la vi Felicitats
ResponderEliminarExcelente artículo!.Se nota que está escrito con ilusión y sobretodo pasión por este gran deporte. Felicitats company!.
ResponderEliminarMuy bueno se nota la pasión por este deporte me ha traído algunos recuerdos felicidades
ResponderEliminarMuy buen artículo, enhorabuena!
ResponderEliminarSoy Felipe me ha encantado eres un crack
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